La recuperación y restauración de zonas degradadas en los ecosistemas forestales tienen como objetivos, entre otros, la ralentización de los procesos erosivos que provocan la pérdida de suelo, así como la regeneración de la fertilidad del suelo y la diversidad de plantas y animales.


Las repoblaciones forestales son una estrategia de restauración muy utilizada, y en concreto aquellas en las que se utilizan especies autóctonas. A través de las plantaciones de las especies adecuadas, es posible recuperar las condiciones mínimas necesarias para que otras especies puedan establecerse, contribuyendo así a la recuperación de la biodiversidad.


Sin embargo, el establecimiento exitoso de las plántulas requiere condiciones que no siempre se dan. En las zonas de clima semiárido y árido, el principal factor limitante es el déficit hídrico. Además, durante la plantación, el estrés que este proceso provoca en las plantas determina su futuro crecimiento e incluso su muerte. En estas condiciones, no basta con que los individuos utilizados tengan un volumen de raíces suficiente para aprovechar la humedad y los nutrientes del suelo. Se necesitan nuevas tecnologías para proporcionar a la plántula un acceso prolongado al agua, lo que no sólo contribuirá a su establecimiento, sino también a rentabilizar la inversión en plántulas.


A través del proyecto LIFE The GreenLink: “Restauración de zonas desertificadas con un método innovador de cultivo de árboles en la frontera mediterránea para aumentar la resiliencia” se ha demostrado la eficacia de una nueva tecnología que trata de abordar el reto de la falta de agua en los momentos iniciales de la plantación, el CocoonTM. Consiste en un depósito de material biodegradable que puede almacenar hasta 25 litros de agua. Estos depósitos de material reciclado con forma de rosquilla, en cuyo espacio central se encuentra el plantón, se entierran en el suelo llenos de agua. De este modo, proporcionan agua y protegen a la planta durante el enraizamiento, el periodo más crítico para su establecimiento. Tras este periodo, el capullo se descompone y se integra en el suelo.


El estudio se ha llevado a cabo en varias localizaciones que incluyen zonas de estudio en Valencia, Alicante, Cataluña, Almería, Islas Canarias, Italia y Grecia. Todas las zonas estudiadas se caracterizan por ser áreas altamente degradadas y con deficiencias hídricas que presentan situaciones críticas para el desarrollo de las plantas, incluyendo zonas quemadas, terrenos marginales o abandonados, o actividades mineras previas, entre otras. En estas reforestaciones, una vez analizados el terreno, el clima, los suelos, las características de humedad, así como la pendiente y la orientación de las laderas, se plantaron 22.301 plantones de 31 especies o variedades diferentes en una superficie total de 73 ha que, además, podría otorgar un cierto retorno económico para los municipios del entorno.


En concreto, en Valencia se ha reforestado una zona quemada en 2012 (5,12 ha) cerca de Tous (Ribera Alta). Aquí se plantaron 1.874 árboles. También se ha recuperado una zona abandonada (4,04 ha) en Alicante, en el municipio de Xixona (Alacantí), donde se han plantado 1.452 árboles, principalmente especies agrícolas y forestales, como: pinos, olivos, encinas y madroños, entre otros. Las especies de pinos tienen características muy positivas para iniciar la recuperación de espacios degradados: alta tolerancia, en suelos degradados y pobres, a sequías prolongadas y temperaturas extremas. El madroño, por su parte, es una especie muy fácil de trasplantar y de buen crecimiento inicial, aunque es muy delicada y tiene requerimientos muy específicos.


El éxito de las plantaciones se evaluó durante dos años a partir de tres parámetros: (i) un índice de supervivencia calculado a partir del porcentaje de árboles vivos y muertos; (ii) el vigor de los árboles; y (iii) la respuesta de crecimiento y desarrollo de las especies clave seleccionadas. Los resultados mostraron que, en comparación con los sistemas convencionales, CocoonTM mejora significativamente la supervivencia de las plántulas. El éxito es rotundo, ya que el 85% de los árboles plantados con Cocoon sobrevivieron frente a sólo el 45% de los reforestados sin él.


El proyecto LIFE The GreenLink ha recibido financiación del programa LIFE de la Unión Europea. Más información en: https://thegreenlink.eu/es/inicio/

Ana Maymó, Julián Campo, Vicente Andreu

Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE, CSIC-UV-GVA)